ESPAÑA
Entrevista

Yao Jing, embajador chino en España: "El presidente Xi tiene química con Pedro Sánchez, puede ser un facilitador entre China y la UE"

El diplomático chino asegura en vísperas de la visita del presidente del Gobierno a su país que "hay una relación de confianza" con él y desea que haya "en la UE más voces razonables como la del Gobierno español"

El embajador de la República Popular China en España, Yao Jing.
El embajador de la República Popular China en España, Yao Jing.
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No frecuenta los medios de comunicación, pero Yao Jing (Ningbo, 1969) recibe a EL MUNDO en la Embajada de China en Madrid antes de viajar a Pekín para preparar la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Miembro del partido comunista de su país y curtido en las embajadas de Afganistán y Pakistán, lleva como embajador en España desde septiembre de 2023. Prefiere la entrevista en inglés, aunque cada vez entiende más el castellano. Se congratula de que España sea "un socio especial" en una UE que, a su juicio, no termina de entender a China y su sistema político.

¿Qué importancia da China a esta visita de Pedro Sánchez?
La esperamos con ilusión. Es muy importante para nosotros. Es una nueva visita de alto nivel después de la que Pedro Sánchez nos hizo el pasado septiembre y en marzo de 2023. Es una visita ya muy frecuente y es muy buena señal.
¿Por qué es una buena señal?
Porque consideramos a España como un país importante en Europa y en el mundo y así podemos intercambiar puntos de vista sobre la situación internacional actual con diálogo, consulta y quizá coordinación para abordar cualquier desafío o problema global. En este momento las relaciones entre España y China están evolucionando de manera muy positiva. España es un socio especial para nosotros y hay muchos asuntos para tratar, incluidos la relación entre China y la UE, entre China y Latinoamérica, entre China y África... España tiene mucha influencia en estas áreas: Europa, Latinoamérica y África. Y más allá de la relación bilateral, Europa es muy importante para China.
¿Cómo es la relación personal entre Pedro Sánchez y el presidente Xi?
El presidente Sánchez visitará China por invitación de nuestro primer ministro Li Qiang, que es su homólogo, pero con el presidente Xi se han visto ya muchas veces desde la pandemia. Nuestro presidente tiene una química muy buena con Sánchez. Hay una relación de confianza.
¿Cree que Pedro Sánchez puede desempeñar un papel de apoyo a China en la Unión Europea?
Un papel positivo de facilitador de entendimiento entre China y la UE. España es un miembro relevante y para nosotros la UE es muy importante. Consideramos a la UE como un socio, y esperamos que China pueda conseguir una relación de respeto y confianza mutua. Podemos tener una enorme cooperación en el futuro. Con España tenemos ya un entendimiento mutuo y nos hemos respetado mutuamente. En algunos asuntos acordamos con España las discrepancias, pero existe un respeto fundamental mutuo. En segundo lugar, hay confianza mutua y China nunca ha sido una amenaza para España ni consideramos a España como una amenaza para nosotros. Así que sí, España puede jugar un papel muy importante para propiciar un mejor entendimiento entre China y la Unión Europea y una mejor cooperación en los sectores económico, cultural, social o cualquier otro. Esperamos que España siga desempeñando este papel constructivo o propiciador para mejorar las relaciones entre China y la UE.
El pasado año, Sánchez giró y pidió a Bruselas no aplicar aranceles a los vehículos chinos. ¿Qué importancia dio China a este cambio de opinión?
Muy importante a varios niveles. En primer lugar, que en ese momento la UE estaba considerando algún tipo de arancel unilateral contra los vehículos eléctricos chinos por preocupación por la competencia contra la industria europea del automóvil. Pero nosotros decíamos que sus preocupaciones podían ser abordadas en una negociación. Sánchez fue a China y después de sus reuniones con las empresas chinas le explicamos cuál era la situación y nuestra política de negociación. Después de recibir nuestras explicaciones, Sánchez hizo su propio razonamiento e hizo ese anuncio que, con el paso del tiempo, se ha demostrado que era el acertado.
¿En qué sentido acertó?
No hay más que ver la situación actual. Estados Unidos impone aranceles unilaterales y la UE no está contenta, y seguro que le gustaría negociar. Es lo que China quería hacer en ese momento ante un arancel unilateral de la UE. El anuncio de Pedro Sánchez fue muy razonable y coherente. Se demuestra que la negociación y la consulta es importante sin utilizar medidas unilaterales o proteccionistas. Todos los principales actores en el mundo deberían seguir el consejo de Sánchez de no utilizar este tipo de medidas unilaterales. Tenía y tiene razón.
Pero la visión sobre China en la UE ha empeorado. ¿Le preocupa?
Es pronto para ver la evolución. Hay que ver todo el entorno mundial tras las decisiones de EEUU sobre los aranceles. Seguimos la respuesta de la UE muy atentamente. Entendemos que tiene que salvaguardar y proteger sus propias industrias y su seguridad, porque tiene muchos retos como la guerra de Ucrania, la competencia con China y el proteccionismo unilateral de Estados Unidos. De hecho, estas medidas de la primera potencia mundial nos afectan a todos los demás. Tenemos los mismos problemas con sus aranceles, así que creo que China y la UE se encuentran en una situación similar y no creemos que la Europa deba aislarse. Por supuesto que tiene que defender su seguridad, pero hay que mantenerse abiertos y conectados.
¿Cómo afronta usted las críticas de la UE sobre que hay que protegerse de China por ser un país autoritario, sin un sistema democrático?
Son críticas que parten de un malentendido. China no puede tener un sistema político como el europeo. Nuestra situación geopolítica es especial y tenemos un sistema especial. Por nuestra historia, por nuestro tipo de desarrollo, nos conviene nuestro sistema político, así que no estamos de acuerdo. Los europeos tienen un prejuicio e, intencionadamente o no, a veces podría ser una herramienta política para que la UE justifique determinadas posiciones. Por eso necesitamos más diálogo y más interacción con la Unión Europea. China no es una amenaza ideológica, no queremos cambiar la UE. Respetamos su sistema.
En el Libro Blanco de Defensa de la UE, China es una amenaza...
Hay algunas fuerzas dentro de la UE que toman a China como algo hostil, como un competidor, como un enemigo. Eso no es bueno para las relaciones entre China y la UE y ni siquiera para las relaciones entre los países de la UE y China. Afortunadamente, España es más neutral, así que esperamos que haya cada vez más voces razonables como la del Gobierno español en la UE y que haya cada vez menos prejuicios sobre China en Europa.
¿No cree por el contrario que Trump ejercerá más presión sobre Bruselas para que se distancie de China?
No me creo que la UE haga seguidismo en todo a Estados Unidos, porque Europa tiene una base propia muy sólida con principios claros como el del multilateralismo.
¿Qué opina de la política comercial de Trump?
Que la sufre Estados Unidos y que el comercio y la economía mundial se verán afectados. Por eso creo que la UE tiene su propia autonomía.
¿No cree que Donald Trump presionará a España en Iberoamérica contra la influencia de China?
Latinoamérica significa mucho para España y también para China. Es lo que llamamos el Sur Global, porque son países en desarrollo, como China. Presionan contra nosotros, por ejemplo, en Panamá, pero nunca vamos a aceptar la coacción, preferimos la negociación. Es posible que Washington presione a España contra China, pero también depende de España tener su propia política exterior. Trump no puede diseñar el mundo. Hace unos días, nuestro presidente, Xi, tuvo una reunión con los líderes empresariales internacionales en Beijing y dijo que si apagas la lámpara de otras personas, no conseguirás más luz para ti. Éste es un mundo interconectado. China también quiere tener buenas relaciones con Estados Unidos, pero se necesitan dos para el tango.
¿Qué papel tiene para ustedes el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero?
Cuando él estaba en el poder, de hecho, nuestra relación mejoró y este año celebramos el 20 aniversario de la Asociación Estratégica Integral de España. El presidente Zapatero goza de nuestro respeto y, además, sigue ocupándose de China. Ha colaborado con think tanks chinos y participa en nuestros foros. Agradecemos su relación estrecha y amistosa con China.
¿El ex presidente Zapatero tiene algún papel de mediador?
Él actúa a título personal, no es un mediador entre los dos gobiernos, porque la relación entre ambos es directa y fluida. A mí me aconseja y me beneficio de sus opiniones. Conoce España, conoce Europa, sabe mucho y puedo beneficiarme de su opinión. El ex presidente Zapatero es un viejo amigo de China y ha contribuido al entendimiento mutuo entre los dos países.
¿Habrá más inversiones de China en España?
Sí, siempre que siga la actual política de España con nuestro país. Pedro Sánchez presta mucha atención, particularmente, a las relaciones económicas con China. Por su propia iniciativa quiere reunirse con empresarios chinos, que tienen interés en España. Admiramos la evolución de la economía española y su base industrial e infraestructuras. Hay muchas oportunidades para empresas chinas. El ambiente con España ayuda porque hay preocupación en las empresas chinas con Estados Unidos, que no les deja visitar ese país. También invitamos a los inversores españoles a China.
Pues hay críticas entre las empresas españolas con la falta de apertura de China a la inversión exterior...
Estamos intentando ser más abiertos, pero nuestra economía no es como la española. Es muy grande y muy complicada. Tenemos una gran población y un gran desequilibrio. En el oeste de China hay zonas muy pobres, zonas rurales, y en el Este, áreas muy avanzadas. No podemos abrirlo todo. Tampoco España está muy abierta a China en, por ejemplo, la red 5G de telecomunicaciones. Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero avanzamos. Estamos abriendo por ejemplo acceso más a los productos agrícolas, que es algo importante para Sánchez.
Incluido acceso al sector porcino...
Hay ya apertura, pero lo vamos a abrir más. Vamos a estudiar la lista que nos presente España. Y no sólo eso. Estamos pensando en enviar a nuestra gente a explorar sus mercados. Enviaremos a nuestra delegación agrícola para que vengan a España a analizar lo que puedan comprar aquí. Pero, a veces, este tipo de proceso lleva un poco de tiempo.
¿Por qué se alargan los plazos?
Por ejemplo, debemos persuadir a los productores chinos, porque no quieren importar demasiada carne de cerdo, porque bajan los precios...
Otra crítica es la falta de respeto a la propiedad intelectual y que las empresas chinas copian a las españolas...
Insisto en que es una economía grande y la mayoría de las empresas chinas se comportan bien, pero hay pequeñas que quieren hacer dinero rápido en contra de nuestra propia regulación. Pero si se compara la falsificación actual con la que había hace 20 años se nota nuestro esfuerzo por proteger adecuadamente la propiedad intelectual. Si una empresa española nos dice que le están copiando un producto nos lo tomamos muy en serio y actuamos.
El déficit comercial de España con China es una preocupación para el Gobierno español. ¿Qué van a hacer?
Sí, Pedro Sánchez nos dice que el 90% del déficit comercial de España proviene del comercio con China. Pero esto no es sólo su situación. China tiene superávit comercial con más de 150 países y algunos son también muy grandes, como con España, y quieren nuestros productos baratos. No podemos cambiar el déficit comercial de España de la noche a la mañana. Es muy difícil. Pero sí podemos hacer algunas cosas para mejorar la eficiencia y el equilibrio del comercio. De momento, las exportaciones españolas están aumentando. Hay que conseguir que compremos productos de más valor que el vino o la carne porcina, como puede ser maquinaria o equipamiento médico. Otra dificultad es que las marcas españolas deberían invertir en hacer más promoción, porque China es una gran mercado con 400 millones de personas con ingresos medios. El vino español es muy bueno, pero no es tan famoso como el francés o italiano en China. Otra forma de combatir ese déficit es a través de la inversión.
¿Cómo se equilibra?
Por ejemplo, CATL invierte en una fábrica de baterías en Aragón con Stellantis y eso favorecerá las exportaciones españolas. No queremos tener tanto superávit comercial con España. No es algo que necesitemos.
¿Tiene España posibilidades de acoger una gran fábrica de automóviles de marcas como MG o BYD?
España tiene posibilidades, pero también las tienen otros países europeos como Italia, Alemania o Hungría. El principal problema ahora para decidir emplazamiento es que, en estos momentos, las empresas piensan que las condiciones comerciales globales no son muy seguras. No sólo por los aranceles, sino también por la regulación europea. Lo que es seguro es que saldrán de China y los hay que piensan también en Marruecos o Turquía, muy cerca de la Unión Europea, pero con otras condiciones. Está por ver, pero España es una opción.
¿Cuánto ha invertido China en España hasta ahora?
Un cálculo aproximado son 10.000 millones de euros, después de la visita a China de Sánchez en septiembre en que acertó con su cambio de visión sobre poner aranceles a los vehículos chinos. Pero puede ser más, no tenemos cifras completas. España es un destino caliente para la inversión china y el Gobierno está haciendo grandes esfuerzos para atraerla. También los gobiernos autonómicos de Aragón, Andalucía, Comunidad Valencia, Asturias, País Vasco, Navarra...
Algunas gobernadas por el PP...
Sí, y también socialistas. Todos ilusionados con lograr inversión, porque comparten el mismo problema, generalizado en la UE, de la pérdida de peso de la industria. Las empresas chinas pueden compartir tecnologías para reindustrializar y asegurar cadenas de suministro. La visita de Sánchez puede ayudarnos a forjar un vínculo más fuerte.
¿Qué opina de la actuación de Huawei?
Es un caso muy desafortunado. Esta empresa debería ser líder mundial en el sector de las telecomunicaciones por su tecnología, por su gestión y por su posición en el mercado. Pero, por desgracia, Huawei se ha convertido en una víctima de la política de Estados Unidos. Todo empezó cuando ese país dijo que Huawei era una amenaza para la seguridad, y no hay ninguna prueba de eso, pero la regulación es negativa contra esta empresa, también en España. Tanto en esta embajada como en el Gobierno chino estamos muy descontentos. Esperamos que España y sus empresas puedan formar su propio juicio sobre Huawei, porque se puede proteger la seguridad sin cerrar así la puerta. Hay que pensar que si Huawei es tratado injustamente, ¿qué se puede esperar para otras empresas chinas que también vienen a España? Huawei respeta las reglas y trabaja duro para un trato justo.
¿Por qué el presidente Xi muestra tanto interés en Canarias?
Veo muchas noticias sobre eso, pero es que, para un vuelo entre China y Latinoamérica, el punto medio perfecto es Canarias. Así que el presidente ha hecho ya escala allí al menos tres veces y es verdad que lo hace feliz, porque es un entorno seguro, amable y en el archipiélago está bien atendido. Por suerte, ese suelo canario pertenece a España. Si perteneciera a otros países, podríamos dudar.
¿Visitará China Felipe VI?
Esperemos que sí. Estamos trabajando en la visita a finales de este año. Desde que es Rey nunca ha hecho una visita de Estado a China y lo llevamos invitando mucho tiempo. Es un honor que acepte la invitación.